La actriz española Margarita Xirgú partió de gira con su compañía desde España hacia América en enero de 1936.

El dramaturgo y poeta Federico García Lorca promete encontrarse con ella unos meses más tarde en México, pero estalla la Guerra Civil Española que toma al autor como parte de sus víctimas siendo uno de los primeros asesinados por esa dictadura.

La actriz no puede regresar a su patria y toma la decisión de mantener viva la obra del poeta en toda América, siendo Yerma uno de los textos más interpretados y dirigidos por ella durante su exilio que se extiende hasta su muerte, 33 años después.

Dalias de dormida luna juega desde la poesía con los recuerdos y los personajes del pasado que se alojan en el cuerpo de la actriz, junto con la fragilidad del exilio y la carga dramática de la obra lorquiana en la promesa de un reencuentro que tarda en llegar.

CRÍTICA en CONCEPCIÓN DEL URUGUAY- Entre Ríos - ARGENTINA


TODAVIA NOS QUEDAN LOS SUEÑOS

Por Adrián Gimenez
Antes de comenzar la obra, la coordinadora del evento Patricia Miotto junto a Andrea Lescano (madre de Micaela Garcia) y el pintor Julio Eduardo Artusi, hablaron al público y agradecieron la presentación de la obra Dalias de Dormida Luna. Mencionaron que lo recaudado era destinado a la Fundación Micaela García, así como también un cuadro donado por Artusi en un valor aproximado de $10.000.

Es imposible no resultar poético ante tamaña interpretación de Andrea Juliá como Margarita Xirgu y un posible encuentro con el poeta Federico García Lorca.
Una vez más los procesos históricos como una guerra o en este caso un golpe de Estado modifica vidas y con ello sus historias.
“No faltes a la cita Federico”, fue un reclamo constante donde la angustia por la pérdida del poeta dejaba sin consuelo a Xirgu. Un tiempo sin tiempo, una sincronía diría Saussure, “me voy, pero no puedo, me quedo, pero no sería lo mismo”.
La muerte y el pasado junto con la memoria le juegan una mala pasada. La desazón y la muerte rondan la Yerma (mantuvo viva la obra del poeta y es una de las más populares escrita por Federico García Lorca, que desarrolla una tragedia de ambiente rural. Es el texto más interpretado por ella durante su exilio que duró hasta su muerte, 33 años después, en 1969).
Xirgu no disimula su enojo y un pasado-presente se asoma y se aleja como si la vida fuera un encuentro frustrado. El reproche de “¿por qué no viniste cuando te lo pedí?”, fue un reclamo en repetidas ocasiones y una voz lejana le decía: “todavía nos quedan los sueños”.
El miedo de García Lorca a ser olvidado quedó en el olvido.


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